Criminal Case Guía : Las Chicas Buenas no Mueren

lunes, 20 de abril de 2015

Las Chicas Buenas no Mueren

Las Chicas Buenas no Mueren. Es el cuadragésimo octavo caso del juego y el septimo en Maple Heigths. Aunque el jugador fue aclamado por mantener a Maple Heights mucho más seguro, el Jefe King ordenó a David Jones para ir a una presentación de impuestos, ya que su nombre seguía apareciendo en la lista de quejas, como lo acostumbraba a la falta de tacto (grosería) fue muy mal visto en el distrito, lo que obligó permanecer a Jones al margen en todo el caso.

Por otro lado, Grace pidió al jugador para ayudar al salir en el salón de belleza debido a un grito espeluznante en las salas de tratamiento. Una enojada Martha Price exigió al jugador para investigar la sala de tratamiento de su hija, Abigail Price estaba dentro de ella y fue encontrada quemada durante en un turno de belleza con una forma de agujero en el pecho. En estado de shock, Martha se desmayó y fue llevado de urgencia al hospital. Después de Abigail Price (17 años) como la víctima, Grace tuvo la calidad de ser socio del jugador, en lugar de Jones para este caso. La asesina fue su mejor amiga, Sabrina Kingston.

Sabrina creía que estaba drogada porque le había comprado drogas a Veronica Johnson, aunque no sabía que esas drogas solo eran talco y cafeína. Sabrina iba a entrar a una universidad importante y necesitaba un test de orina para que dicha universidad verifique sus condiciones. Creyendo que su orina daría positivo por las "drogas" que ingirió; Sabrina le pidió a Abigail que le de una muestra de su propia orina para hacerla pasar por su orina y así poder entrar en la universidad, pero Abigail se rehusó.

Sabrina estaba furiosa porque ella le había guardado a Abigail el secreto de que ella había quedado embarazada cuando la campaña política de su madre se basaba en la castidad pre-nupcial (no tener relaciones sexuales antes del casamiento). Furiosa, Sabrina irrumpió en la sala de belleza donde Abigail estaba y le apuntó con una depiladora láser para intimidarla y conseguir que le de la muestra de orina, pero le apuntó demasiado tiempo y terminó quemándole el pecho y haciéndole un hoyo.

En la Corte, Sabrina se declaró culpable de la muerte de su mejor amiga, pero la jueza Hall recomendó que pase un tiempo en la cárcel para reflexionar sobre hasta dónde llegan las prioridades, ya que nada amerita matar a un amigo. La jueza condenó a Sabrina a 20 años de cárcel, con posibilidad de libertad condicional en 10 años.

Víctima